20 de enero de 2022

Gento y Peiró, verdugos de los mexicanos en Chile 1962


La Selección Mexicana de futbol, en 32 años de mundiales, México contaba solo con un con empate. Todo lo demás eran derrotas. En el mundial de Chile 62 estuvo a punto de pasar a cuartos de final pero…. Aquí la historia de ese juego y del que por fin ganamos a Checoeslovaquia por 3 a 1 que sería subcampeón del certamen. Ver videos


La sufridera


Héctor de Mauleón

“¡Faltan menos de tres minutos!”, exclamaba Fernando Marcos. “Ustedes, al ver esta película, ya sabrán lo que ocurrió en estos tres minutos. Compadézcanme a mí, que yo no lo sé, y quisiera estar en el lugar de ustedes, ya sabiéndolo”.

Era el domingo 3 de junio de 1962. En el estadio Sauzalito de Viña del Mar se vivían los momentos decisivos del partido entre México y España. No habían caído goles, pero el partido había resultado, hasta ese momento, “extraordinariamente emotivo”.

Por momentos, según Marcos, “hombres que valen millones de pesos” se veían totalmente desarticulados frente a la “recia y limpia defensa mexicana”, que llevaban a su cargo Jesús del Muro, Guillermo El Tigre Sepúlveda e Ignacio El Gallo Jáuregui.

No existía la transmisión en vivo. Un helicóptero iba al estadio por el material fílmico, y lo llevaba al aeropuerto a fin de que el público mexicano pudiera ver los partidos, en blanco y negro, al día siguiente. Marcos se desgañitaba, temblaba:

“¡Cuidado muchachos de México!”, “¡Fallamos a boca de jarro! ¡¿Por qué?!”, “¡Cuidado con Del Sol!” y, cuando tocaba el balón el goleador Chava Reyes: “¡Ahí va nuestra esperanza vestida de verde!”. El portero de México, Antonio La Tota Carbajal, que participó en cinco copas mundiales, lo que significaba 20 años de recuerdos, sostuvo que aquel partido fue el peor, el más desgarrador de su vida.

Los segundos se consumían. Héctor Hernández voló un balón que solo habría tenido que empujar al marco: “¡Creo que se nos ha ido la victoria!”, bramó Fernando Marcos a punto del infarto.

Chava Reyes alzaba la mano en el centro del área española, pero el pase que exigía nada más no llegaba. Alfredo del Águila se descolgaba por la derecha, pero sus tiros y sus centros terminaban en nada. Antonio Jasso cojeaba, “totalmente fuera de acción”.

El entrenador Nacho Trelles había tenido que alinear de emergencia al Gallo Jáuregui porque, según una nota del periódico El Informador, el defensa izquierdo José El Jamaicón Villegas era “víctima, al parecer, de una fuerte nostalgia”.

Los demás estaban dejando el alma en el campo. En el último minuto –cuando México se hallaba a punto de conseguir un empate que le habría valido para pasar por primera vez en la historia a cuartos de final–, un ataque mexicano se estrelló en el área española y el balón cayó a los pies de Paco Gento, el imparable huracán del Real Madrid, al que apodaban La Galerna del Cantábrico.

A Gento lo había estado marcando Del Águila. “Se han marcado los dos, y los dos se han hecho cosas”, decía Marcos.

La Galerna del Cantábrico se desbordó por la banda izquierda. No apareció Del Águila. Recordó La Tota Carbajal:

“Trelles nos había dicho: ‘Si el resultado es favorable y se acerca el final, hagan un faul y dejen que se agote el tiempo’. Se vino Gento con el balón desde el área española, y nadie pudo faulearlo: se le fue a Raúl Cárdenas, se le fue al Tigre Sepúlveda, y luego mandó un centro. Yo le grité al Gallo Jáuregui que dejara pasar el balón, pero Jáuregui, con el deseo de alejar el peligro, lo puso de un mal cabezazo en los pies de (Joaquín) Peiró, y este me acribilló. Faltaban 30 segundos para el final”.

“¡Duele el alma que esto haya ocurrido!”, volvió a exclamar Fernando Marcos.

La prensa informó al día siguiente que el vestidor de México tenía un aspecto desolador, al que acentuaba una imagen de la Virgen de Guadalupe con dos velas encendidas.

Jasso, Carbajal y Del Muro lloraban. La Tota declaró: “El gol no fue de Peiró, fue un autogol de Jáuregui”. “Durante mucho tiempo seguí revolcándome de rabia al recordar ese partido”.

En 32 años de mundiales, México contaba solo un con empate. Todo lo demás eran derrotas. En Chile 62 obtuvo su primera victoria (3-1 sobre Checoslovaquia) y estuvo a punto de pasar a cuartos de final. Una jugada genial de Gento, atravesando el campo de punta a punta, lo impidió.

La Ráfaga del Cantábrico murió hace unos días, a los 88 años, convertido en uno de los grandes mitos del futbol. Entre la lista colosal de logros del mejor extremo izquierdo del mundo, ningún diario lo mencionó, se encuentra haber inaugurado entre nosotros un momento que se repite cada cuatro años, y se conoce como “la sufridera”.




¡Victoria! México consigue su primer triunfo en los Mundiales

El Mundial regresaba al continente americano luego de doce años de ausencia. Chile era la sede del nuevo campeonato y la Selección Nacional, con el conocimiento del primer empate en Suecia 58, ahora iba por más, quería probar el sabor de la victoria.

No obstante, ésta no sería fácil de conseguir y más cuando en el grupo se encontraban Brasil, España y Checoslovaquia. Equipos de respeto y que contaban con grandes jugadores.


En el combinado nacional existía una gran ilusión y más cuando los presidía las experiencias mundialistas de Brasil 50, Suiza 54 y Suecia 58. Además de competir en los Juegos Panamericanos de 52, 56 y 60.

La victoria sería difícil de conseguir y más cuando el debut era contra la emblemática Brasil de Pelé, Garrincha, Vavá, Didí y Zagallo. El primer juego fue contra ellos en Viña del Mar, México mostró temple durante los primeros 45 minutos, pero en la parte complementaria, los amazónicos hicieron su parte y liquidaron el marcador al son de 2-0.


                                                                  Foto: Cortesía /Especial

México ganó respeto porque no era goleado frente a la favorita, Brasil. La segunda prueba fue contra la madre patria, España. El Tricolor jugó de tú a tú, sin miedo o concesiones. Por los ibéricos estaban Paco Gento, Luis Suárez y Ferenc Puskas.

Antonio Carbajal tuvo un juego casi perfecto, atajó todo a lo que fue expuesto, el portero estaba convertido en figura al detener por aire y tierra cualquier embate, pero como siempre ocurría, la desgracia llegó en el último minuto. Un contragolpe desde el área chica de los europeos se gestó.

Joaquín Peiro cruzó a Carbajal en un servicio precedido de un largo contragolpe, la “Tota” no lo pudo detener y recibió el gol más doloroso de su carrera. La venganza española estaba fraguada.


                                                                           Foto: Cortesía /Especial

México no jugaba mal y ya sin posibilidades de avanzar a la siguiente ronda enfrentaban al tercer rival: Checoslovaquia, quien a la postre sería el subcampeón.

El 7 de junio de 1962 quedó para la posteridad. Desde la cancha de Sausalito en Viña del Mar, Isidoro Díaz, Alfredo del Águila y Héctor Hernández le dieron el primer triunfo a México en los Mundiales.

Así la Selección sumaba sus primeros dos puntos (hoy tres unidades de victoria) en los Mundiales y regresaban al país sin las manos vacías.






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