23 de agosto de 2023

Fuego amigo en la 4T Morenista vs Claudia y Ariadna


En Morena, las patadas ya no están debajo de la mesa. La diputada morenista Inés Parra Juárez, presentó ayer una acusación en la Fiscalía General de la República en contra de quien resulte responsable por el presunto desvío de 6 mil millones de pesos de los programas sociales, entre 2018 y 2021. Aunque las pruebas de dicha acusación son endebles, el daño a la Cuarta Transformación y al presidente López Obrador permanecerá. Ver video


No se oye...

El país de la conferencia mañanera no resiste el resto del día: se desmorona escándalo tras escándalo, horror tras horror, en una infinita sucesión de hechos indignantes y aún escalofriantes, pero ignorados siempre desde Palacio Nacional. El dibujo matinal del señor presidente, perfecto y maravilloso, donde estamos muy cerca de ser como Dinamarca, es inmediatamente borrado por la terca, hiperviolenta y corruptísima realidad que vivimos. 

Violencia y corrupción son dos temas que se perfilan como los más explosivos en este tramo final del sexenio. Y lo más grave es que en la mayoría de los casos se vinculan de una forma u otra con el crimen organizado.

Por si fuera poco, Carlos Loret de Mola publica: Claudia compra fentanilo a empresa de morenista 

¿A quién en el gobierno de Claudia Sheinbaum se le ocurrió comprar fentanilo? ¿A ella? ¿A alguien de alto nivel en su gobierno? 

El gobierno de Claudia Sheinbaum compró fentanilo a una empresa de dos conocidos políticos de Morena. Les compró también Ivermectina. Por si fuera poco, la empresa estaba inhabilitada por la Secretaría de la Función Pública. 

Esto es lo que debe saber sobre la ivermectina 


La FDA no ha autorizado ni aprobado el uso de la ivermectina para prevenir o tratar el COVID-19 en humanos o animales. La ivermectina está aprobada para su uso en humanos en el tratamiento de infecciones causadas por algunos gusanos parásitos y piojos de la cabeza, así como en afecciones de la piel como la rosácea. Los datos actualmente disponibles no muestran que la ivermectina sea eficaz contra el COVID-19.

El más reciente escándalo de la corcholata favorita del Presidente se resume en ese sencillo párrafo. Pero las alertas que enciende son mucho más altas: el fentanilo se ha vuelto el tema más caliente de la relación entre México y Estados Unidos. Por el fentanilo se mueren 100 mil ciudadanos americanos al año y los aspirantes republicanos a la Presidencia de nuestro país vecino han propuesto bombardear a los cárteles mexicanos en nuestro territorio y mandar tropas a combatirlo. Por el fentanilo se han dado las más recientes agrias discusiones entre los presidentes Biden y López Obrador, y sus gobiernos, porque México mantiene la postura de que aquí no se produce fentanilo y las agencias de inteligencia estadounidenses sostienen lo contrario. La Cofepris ha retirado del mercado mexicano varios medicamentos que lo contienen. 


En este tenso contexto, ¿a quién en el gobierno de Claudia Sheinbaum se le ocurrió comprar fentanilo? ¿A ella? ¿A alguien de alto nivel en su gobierno? Pero si ya lo iban a comprar, ¿por qué comprarlo a la empresa del consorcio de Carlos Lomelí, el dirigente de Morena en Jalisco, protagonista de uno de los primeros escándalos de corrupción del gobierno? Y ya si se lo iban a comprar a su red, ¿por qué escoger una empresa que estaba sancionada por el propio gobierno obradorista (la Secretaría de la Función Pública) y a la que perdonaron al primer amparo que les mostró? Y ya si iban a hacer todo esto, ¿por qué además le compraron Ivermectina? Se trata del medicamento por el que el gobierno de Sheinbaum enfrentó una de sus peores crisis, pues se descubrió que lo usó para experimentar una fallida cura para el Covid en cientos de miles de ciudadanos a los que nunca pidió su consentimiento, pero sí sirvió para saciar los egos académicos de un puñado de arrogantes funcionarios del gabinete de la capital del país. 


Esta matrioshka de escándalos, que parte de un reportaje de Mario Gutiérrez Vega publicado anoche en el espacio a mi cargo en Latinus, dibuja a una Claudia Sheinbaum desconectada de la cancha de grandes ligas en la que pretende jugar el próximo año. Y eso que no hemos hablado de la conexión DEA con el personaje beneficiado. 

   







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