“La rama” es una tradición navideña mexicana originada en los villancicos navideños, en Veracruz, tiene lugar durante las fechas de las posadas, es decir del 16 al 24 de diciembre, aunque también puede extenderse hasta el 31, en la que unos días antes aparece “el viejo” en alusión al año que termina. Ver videos de las tradiciones jarochas
Historia
De acuerdo con la Arquidiócesis de Yucatán, las ramadas surgieron en algún punto del siglo XVI cuando los frailes estaban evangelizando a los mayas como parte del proceso de evangelización en la Nueva España. Al igual que las posadas, las dos tradiciones son de origen cristiano y están inspiradas en el pasaje de la biblia de la peregrinación de María y José en las vísperas del nacimiento de Cristo, ya que habían pedido “posada” de una vivienda a otra para que naciera Jesús.
Descripción de la rama
Se adorna una o varias ramas frondosas, de cualquier árbol (pueden ser distintos). Los adornos pueden ser faroles de papel o de cáscara de naranja, cadenas de papel de colores, globos etc.; de manera similar al Árbol de Navidad.
A diferencia del árbol de Navidad, la rama no se deja plantada en un lugar específico, sino que se realiza una procesión, por parte de la comunidad que la elaboró para que recorra el barrio, en compañía de algunos amigos, familiares y vecinos de aquellos quienes la elaboraron.
Dicha procesión se realiza en la noche, a través de las varias casas hasta llegar a la que ha sido elegida para improvisar la fiesta, en la que hay dulces típicos y piñatas
El viejo
En Los Tuxtlas y en la Cuenca del papaloapan, cuatro días antes de finalizar el año, se sienta frente a las casas al Viejo, un muñeco relleno de papel, trapo y cohetes, que representa el año viejo. Se le viste con pantalón, camisa, zapatos y sombrero viejo; se le coloca un letrero que dice “una limosna para este pobre viejo, que ha dejado hijos para el año nuevo”, una lata para la limosna y un puro o un cigarro grande elaborado de papel y con cohetes dentro de la boca.
Por las noches los niños lo llevan acostado en una camilla casa por casa, pidiendo la limosna.
En algunas ocasiones los acompaña un grupo de jaraneros y bailadores que al son de las jaranas bailan el fandango. A la medianoche del último día del año, se le prende fuego y debido a los cohetes, suele tronar con gran estrépito, causando la algarabía y risas de todos los presentes.
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