31 de mayo de 2022

Amlo no se ayuda con malas decisiones


 Mala semana para el presidente López Obrador que no se ayuda en nada cuando, a su controvertida declaración de que su gobierno cuida a los narcos y sicarios de las bandas “porque son seres humanos”, ayer le sumó otra del mismo estilo al decir que “es normal” que un grupo de sicarios armados, que además vestían como el ejército, detuvieran en un retén a reporteros que cubrían el fin de semana su gira por Durango y Sinaloa en el llamado Triángulo Dorado del narcotráfico. 



Con ese tipo de afirmaciones, con las que le gusta provocar y polarizar con la prensa y sus opositores, sumado a las evidencias de que el narco opera en algunos estados para favorecer en las elecciones a Morena y sus candidatos, López Obrador se está construyendo cada vez más una imagen de un presidente que no sólo tolera y acepta al narcotráfico con toda su estela de violencia y muerte en el país, sino que su gobierno, lejos de combatir a estas bandas criminales, se ha vuelto su aliado y los deja imponer sus leyes de violencia y terror y controlar cada vez más partes del territorio nacional. 



Justo en esa gira el presidente volvió a decir que él fue quien dio la orden de liberar a Ovidio Guzmán, en aquel polémico 17 de octubre de 2019, cuando el hijo del Chapo Guzmán fue detenido por una célula de élite del Ejército mexicano, en cumplimiento de una petición de extradición de Estados Unidos, pero luego fue liberado ante la rebelión armada del Cártel de Sinaloa que tomó el control de Culiacán y amenazó con asesinar a familiares de soldados del Ejército en un multifamiliar de la capital sinaloense si no se liberaba a Ovidio; y además, en un discurso pidió ya no llamar a esa región del país, que es cuna del narco, “Triángulo dorado”, sino “triángulo de la gente buena y trabajadora”. 



Y todavía, con todo eso, cuando la percepción entre los mexicanos crece sobre un gobierno aliado a los narcos, ayer López Obrador se atrevió a decir que “yo no soy Calderón, que pactó con los narcos”, en alusión a las acusaciones y el juicio en contra de Genaro García Luna en una Corte federal de los Estados Unidos. 

A estas alturas, y en espera de la sentencia que le dicten a García Luna, ya no está tan claro si ese pacto con los narcos fue solo cosa del pasado o si se renovó y amplió con el actual gobierno… 
Porfirio Muñoz Ledo

El incidente de Badiraguato no es una anécdota simpática y aislada. Es un hecho que reafirma dos consecuencias igualmente inquietantes: la negación de la realidad como forma de gobierno; y el crecimiento de la sospecha terrible de una suerte de pacto entre la 4T y el crimen organizado.



Por cierto, que mientras acá en Palacio Nacional no dejan de pensar en Calderón y culparlo de todos los males del país, al expresidente se le vio de lo más contento y cercano a Sergio “El Checo” Pérez, en la celebración de su extraordinario triunfo en el Gran Premio de Mónaco. 

Calderón, que está viviendo en Madrid, por aquello de las investigaciones de la UIF de Pablo Gómez en su contra, acudió a la carrera como director de Sustentabilidad y Medio Ambiente de la Federación Internacional de Automovilismo, y cuando Checo supo que estaba ahí pidió saludarlo y se lanzó junto con él en la alberca donde se celebran los campeonatos de Mónaco. 

Y acá obsesionados con don Felipe… 

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