20 de enero de 2016

Porque algunos gatos se parecen a Hitler


Los felinos que se asemejan al 'Führer' se denominan 'kitlers', por la mancha negra de pelo bajo la nariz La culpa de que se den un aire al dictador, según los científicos, tendría que ver con la genética


Los gatos han sido los protagonistas absolutos de Internet desde casi sus comienzos. Los hay que escuchan música, que combaten a ISIS, que se asustan de pepinos y también... que se parecen a Hitler.


Tu minino, el de tu novia o el de un colega se da un aire a 'Adolfito' y lo sabes. Ese talante mezquino, esa mirada incisiva, esas dotes escénicas cuando te pide comida, esa capacidad para reunir a otros gatos en lugares públicos y ese complejo de superioridad con el que te trata lo delatan.

Pero los verdaderos gatos que se parecen a Hitler -también llamados 'kitlers', tienen una característica principal e inconfundible: bigote. No un bigote cualquiera de gato, sino uno de esos mostachos pequeños y tan oscuros como el alma del dictactor nazi. Es un verdadero misterio, pero es evidente que hay muchos felinos a los que les sale una mancha de pelo negra bajo la nariz muy parecida a la que lucía el führer.

¿Quizás es que llevan años celebrando el Movember y no nos han dicho nada?
¿Será un experimento del doctor Mengele en el que creo a una nueva raza de súper-gatos hitlerianos? ¿Será una herramienta de defensa de la naturaleza para alejar a todo aquel que no sea ario?

 'Kitlers' en la red 

Los internautas llevan muchos años preguntándose qué ocurre y elaborando cientos de memes al respecto. En 2006 estas inquietudes se materializaron en una web llamada Cats that look like Hitler creada por Kloos Plegt y Paul Neve.


La plataforma nació para permitir a todos esos dueños con felinos nacionalsocialistas compartir sus imágenes y crear una comunidad sobre este curioso fenómeno. "
¿Tu gato se parece a Adolf Hitler?
¿Se despierta en sudor frío cada noche pensando si va a crecerse e invadir Polonia?
¿Sigue levantando su pata derecha mientras hace un sonido que parece decir "Sieg Miau?
Si es así, este site es para ti", reza la leyenda de la web.

La página se hizo bastante conocida y sus creadores incluso concedieron algunas entrevistas en algunos programas de televisión de Europa y Australia. Cats that look like Hitler ha llegado a ser, sin duda, una mítica de Internet. Tanto, que incluso se incluyó una pequeña mención a ella en La Red Social, la película que cuenta los orígenes de Facebook. Actualmente aloja 8.845 imágenes de kitlers de todas partes del mundo y está gestionada únicamente por Neve desde hace un par de años.

La culpa es de la genética 

Pero el misterio de los kitlers por fin parece haberse resuelto. La ciencia ha llegado una vez más para rescatarnos de pensamientos conspiranoicos y evitar que Iker Jiménez haga un monográfico sobre estos inquietantes mininos. Aunque Enrique de Vicente tendrá otra opinión al respecto, la culpa de que se den un aire al dictador no la tienen sus inclinaciones de extrema derecha, sino la genética.

Una investigación llevada a cabo por científicos de las universidades de Bath y Edimburgo y publicada en Nature Communications señala que los gatos que tienen dos tonos o patrones 'picazo' adquieren sus manchas antes de nacer.Eso ocurriría cuando las células de pigmento no aciertan a seguir las instrucciones genéticas, dejándoles con un tono de piel predominante que queda salpicado por algunas manchas colocadas al azar.


Un chorro de leche en una taza de café 

Los patrones picazo estarían causados por una versión rota del kit genético. Esto hace que las células encargadas de la pigmentación no se multipliquen tanto como debieran para cubrir toda la piel de los felinos. Por ello se les quedan esos peculiares lunares. El hecho de que a muchos gatos les salgan en el morro es, simplemente, una combinación entre los genes y el azar.

Para aclararlo más y explicarlo en el idioma de los hípsters que pasan más tiempo en el Starbucks que en casa, es como cuando se echa un chorro de leche en una taza de café y el blanquecino líquido se expande creando formas caprichosas. Ahora los investigadores han desarrollado un modelo matemático que les permite seguir los movimientos de las células y que quieren usar para un estudio de mayor calado.

Nuestro bolsillo mágico de Doraemon no da hoy para sacar más palabrería y cacharrería. Si te ha gustado este artículo compártelo con tus amigos, porquecada vez que no lo compartes muere un gatito. 

Y nosotros, a diferencia del señor austriaco de mostacho, no queremos ser genocidas.