A estas alturas de la tecnología, es muy probable que ya hayas usado más de una Laptop y si aún las conservas puede utilizar los discos duro como externos para respaldar lo que quieras
Con el paso del tiempo algunos acumulamos viejos discos duros de antiguos computadores que no hemos tenido tiempo de borrar adecuadamente para tirarlos.
Hoy te vamos a enseñar cómo convertir estos discos duros antiguos en discos duros externos para poder acceder a ellos desde tu laptop. De esta manera podrás borrar todos los datos de un viejo disco duro antes de tirarlo o darles una segunda oportunidad utilizándolos como unidad de almacenamiento externa.
Lo único que vas a necesitar hacer es comprarte un docking o puerto especialmente diseñado para realizar esta función. Los hay de todos los tipos y precios.
Es más solo utilizar el adaptador USB directamente al computador o laptop, y así no te costará nada y te ahorraras un buen dinerito.
Primero mira qué interfaz de conexión necesitas
Antes de decidirte por un producto tienes que tener cuidado de saber qué conectores necesitas que tenga, sobre todo si vas a utilizar discos duros antiguos.
La mayoría de los discos duros modernos que se venden utilizan el estándar SATA para conectarse en tu PC, ya que es la tecnología más moderna y rápida. Pero si tienes un disco especialmente viejo puede que utilice IDE. Como ves en el esquema de arriba, las diferencias son bastante notables.
Si no terminas de salir de dudas, la interfaz de conexión también viene indicada en la caja del disco duro que te hayas comprado. De la misma manera, si te lo compras en páginas como de accesorios para PCs, también allí debería indicarte la interfaz de conexión exacta que utilizas. Incluso en el caso del SATA tienes las versiones I, II y III, aunque cada una de ellas es retrocompatible con las anteriores, por lo que sólo encontrarás diferencias prácticas en las velocidades de transferencia de datos.
Estas interfaces de conexión se distinguen sin ningún problema, o sea que no deberías tener problemas si no tienes su caja a mano, que es lo normal si son muy viejos. Ambas ranuras están situadas en la parte trasera del disco, y su diferencia es totalmente visible a simple vista. No necesitas saber de discos duros y tecnologías para ver que el IDE tiene una especie de pinchitos por doquier, mientras que las conexiones de un SATA recuerdan un poco a las de un USB.
¿Y por qué es importante saber todo esto? Pues porque a la hora de comprar un adaptador o Docking tienes que asegurarte de que soporte los discos duros que quieres utilizar. Los hay que soportan la interfaz SATA pero no la IDE, o que tienen SATA I y II pero no la III, por lo que todo irá más lento si tu HDD utiliza esta última. También los hay que tienen para discos duros grandes, los de 3,5 pulgadas, pero no para los pequeños de 2,5.
Y no, tampoco te preocupes por eso de las 2,5 pulgadas y 3,5 pulgadas, porque de las diferencias que puede tener un disco duro esta es la más notable. Verás que los discos de 2,5 pulgadas son notablemente más pequeños que los de 3,5, que viene a ser el tamaño de toda la vida.
Compra tu docking de disco duro
Teniendo todo esto en cuenta, ahora llega la hora de comprar un adaptador de disco duro. Lo puedes hacer online sin problemas, sólo tienes que entrar en tiendas electrónicas online y buscar términos como "adaptador de disco duro" para que te aparezcan varias alternativas. Un término más preciso aún que puedes buscar es el de "docking disco duro". Verás de todos los tipos y precios.
Puedes elegir el que quieras, yo por ejemplo en su día opté por el Ronsen 892U. Eso sí, es importante que leas bien qué tamaños y conexiones de discos duro soporta para no acabar comprando uno que no te sirva. A algunos nos ha pasado alguna vez. Los precios variarán dependiendo de los modelos, materiales o puertos que haya disponibles.
Conecta el docking en el ordenador
Dependiendo del docking que te hayas comprado la manera de utilizarlo puede variar. En mi caso, lo primero que hay que hacer es introducir los discos duros en las ranuras correspondientes. Para ello es importante mirar primero dentro de estas ranuras para ver dónde va cada uno.
En la foto ves que el IDE está en la parte superior y el SATA en la inferior.
Una vez lo sepas, introduce el disco duro que quieras utilizar dentro del dock correspondiente.
Lee bien las instrucciones de tu modelo para saber si puedes utilizar más de uno a la vez, en el caso del que yo he utilizado hay un botón para alternar entre una u otra ranura, pero podría no haber nada.
A continuación tendrás que conectar el docking a la corriente y al ordenador. El tener que enchufarlo dependerá de tu modelo, y también el método para conectarlo al ordenador. Aunque este último suele hacerse con un cable USB reversible que se conecta tanto al dispositivo como a una de las ranuras del ordenador.
Y ya está, cuando lo tengas todo conectado el ordenador te notificará que has introducido una unidad externa y será exactamente igual que con los discos duros externos. Accederás entonces desde el PC al contenido del disco duro, y podrás modificar los datos o formatearlo para eliminar cualquier archivo en el caso de que tengas pensado tirarlo.