Enseguida tomó la palabra el coordinador de los gobernadores asistente que pasó desapercibido convirtiéndose los gobernadores en relleno de un discurso que ya no tenía razón de llevarse a cabo cuando un día antes se habían aceptado todas las condiciones del tratado que obligaban al gobierno mexicano a aceptar las condiciones que el presidente de Estados Unidos Trump había puesto sobre la mesa.
El mitin fue una parodia que militante del partido actualmente en el poder celebraron como si se hubiera conseguido una gran victoria, cuando solo fue una tregua en el caso de los aranceles.
En 90 días Trump como siempre dictará el rumbo que a él convenga para sus intereses electorales que están en juego y sigue amenazando con tuis diarios que esto todavía no termina.
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