Ema Aguilera adelantó a los azulcremas. Víctor Dávila logró la paridad, pero cuando Richard Sánchez se fue expulsado, parecía que el invicto se iría a volar. La sapiencia de Solari y el temple de la zaga, sacaron al azulcrema con un solo rasguño del Bajío.
La cueva de León supo que era un juego diferente. América, líder de la competencia se metió al Nou Camp después de una semana ajetreada.
Solari le movió al 11 que derrotó a Tijuana. Roger Martínez sorprendió con su ausencia. Álvaro Fidalgo y su educada pierna derecha entró al quite. Ochoa partió desde el arco. Layún, Valdez, Aguilera y Fuentes integraron la zaga. El abucheado Aquino, junto al Cacho Sánchez estaban en la media cancha. Córdova, Fidalgo y Reyes crearían juego para que Martín fuera la punta de lanza.
La Fiera no especuló. Cota arrancó en portería. Barreiro, Mosquera, Tesillo y Osvi Rodríguez fueron los defensas elegidos. Jefecito Rodríguez, junto a Colombatto estuvieron en medio campo para le recuperación esmeralda. La generación corrió por parte de Fernández, Mena y Meneses, para que Dávila intentara aprovecharlo.
América comenzó con su estilo. El juego de recuperación con un Aquino motivado ante la rechifla del respetable en todo momento. El juego se recargó por la banda de Reyes, mientras que Fidalgo desgastó a Sánchez y compañía.
Todo le salió al Indiecito. Un centro muy alto desesperó al Guardia Mosquera. El colombiano abrazó a Henry y no lo dejó tomar el esférico. El Gato Ortiz vio la intención de la esmeralda y pitó la pena máxima.
Desde la zaga, Aguilera corrió para reclamar el balón. El central crema colocó la redonda en el punto penalti. La grada abucheó y se sintió como si el Nou Camp estuviera en una de sus grandes noches. Los celulares salieron desde la grada. Aguilera observó al juez mientras sonó su silbato. Ema, como en sus mejores tiempos, engañó por completo a Cota con un disparo a la derecha. ¡Gol del América!
La grada fue la que despertó a los verdes. La exigencia llegó desde los asientos con reclamos a las distracciones de Mosquera y el nulo manejo de Colombatto. Fue el argentino el que tomó la responsabilidad y junto con Mena, comenzaron con la resurrección verde.
El Ángel del Gol se metió con Aquino y la gente reaccionó. El ecuatoriano y el peruano se olvidaron de su amistad para confrontarse. Colombatto hizo lo mismo con Sánchez.
La distracción sirvió de maravilla. Fernández, desaparecido hasta ese momento. Tocó a la entrada del área para que Dávila, con velocidad y un toque sutil, venciera a Ochoa.
El rugido del León fue escandaloso. El Indiecito tuvo que tranquilizar a los suyos, en cuestión de minutos, Fidalgo y Aquino se pintaron de amarillo. Con una presión esmeralda constante, el descanso arribó al Bajío.
Solari supo que le vendaval verde era un hecho, por eso modificó su parado en búsqueda de estabilidad, sin saber que Richard Sánchez perdería la cabeza con Meneses. Jean recortó en un contragolpe y el Cachorro lo prendió con una saña que el silbante no perdonó. Sánchez esperó a ver si el VAR le echaba una mano, pero la roja fue inminente.
Solari aceptó el empate y lo defendió a muerte. Madrigal y Silva reforzaron la zona baja, mientras que Roger y Lainez serían los pulmones de la disminuida ofensiva amarilla. Córdova, Fidalgo y Henry fueron los sacrificados.
Holan metió todo el arsenal. Ormeño, el Puma Gigliotti y hasta el Patrullero Hernández tuvieron minutos.
América sacó las garras para aferrarse a la paridad. Roger corrió la milla en búsqueda de una que les diera el triunfo a los suyos, pero la desventaja lo desgastó de inmediato.
Aquino, Aguilera y Valdez se multiplicaron para ahogar el grito de gol en las gargantas de los aficionados. León acechó, peleó, pero no pudo rugir ante 10 Águilas.
No hubo más en el Nou Camp. América salió fiera y con 10 mantuvo la suma ante su, por ahora, máximo perseguidor.
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