24 de mayo de 2023

Encinas con AMLO, Pegasus y el Ejército


El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, le comentó haber sido víctima de espionaje, no obstante, negó que éste haya sido por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) con la utilización del malware Pegasus. Ver video. 




 

El gobierno ha perfeccionado una técnica para enfrentar los escándalos documentados por la prensa nacional: decir que desmiente, pero en el fondo, terminar confirmando lo que se publica.

No creo que Alejandro Encinas imaginó al inicio de este sexenio cuando aceptó la Subsecretaría de Gobernación y con ella la investigación del caso Ayotzinapa —uno de los cien compromisos del Presidente al inicio de su gobierno— que estaría en la situación en la que está el día de hoy. 


La más reciente noticia es la revelación de The New York Times, confirmada por el presidente López Obrador, de que los teléfonos de Encinas y dos de sus asesores han sido espiados utilizando el sistema Pegasus y que ese espionaje fue el año pasado, el mismo año en que Encinas presentó su primer informe amplio sobre lo sucedido en la noche de Iguala y las distorsiones, ilegalidades y maniobras que se hicieron después y que han impedido conocer la verdad. Informe en el cual involucró directamente a militares que fueron incluidos, además, en una acusación de la fiscalía especial. 


Sabemos qué pasó: el fiscal especial fue obligado a renunciar —y se tuvo que ir del país—; la mayoría de las acusaciones contra los miembros del Ejército fueron borradas y desde entonces no sabemos mucho más, si es que algo. 

Por cierto, los miembros del Centro Pro que han acompañado a las víctimas de Ayotzinapa, así como miembros del GIEI, también han sido espiados por Pegasus. 

Sabemos también que actualmente la Secretaría de la Defensa tiene Pegasus y que la empresa israelí que lo vende solo lo hace a entidades gubernamentales. 


Pero no solo es Ayotzinapa. 

De Encinas depende la Comisión para Acceso a la Verdad, Esclarecimiento Histórico e Impulso a la Justicia de violaciones graves a derechos humanos de 1965 a 1990. Y más allá de los líos que han existido entre sus integrantes —incluidas renuncias—, queda claro que varias, sí, varias de esas violaciones brutales de los derechos humanos de aquellos años de ser exhibidas caerán en la Secretaría de la Defensa; y por más que el Presidente nos diga que “esas” secretarías solo cumplían órdenes de los presidentes porque en el fondo los militares siempre han sido buenos, la institución nunca verá con buenos ojos las manchas a su reputación. 


Mientras Encinas se dedicaba a sus encargos, el Presidente ha ido encomendando a las fuerzas armadas aeropuertos, trenes, hoteles, aduanas, más aeropuertos, guardia nacional, corredores…

Encinas no ha dicho nada del espionaje a su teléfono y el de sus asesores. 

Pues sí, topó con el Ejército y por lo tanto con su amigo el Presidente. 

Nada que hacer. 



Luego que se revelara que fue espiado con el programa Pegasus, Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (Segob), se reunió este miércoles con el presidente Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional y con gobernadores de Morena y partidos afines para revisar el avance de los programas sociales. 

El subsecretario llegó esta mañana al recinto histórico alrededor de las 10:00 horas y se retiró poco antes de las 13:00 horas. A su salida de Palacio Nacional, el subsecretario evitó responder preguntas de la prensa sobre el espionaje que sufrió y se retiró.

La respuesta del presidente sobre el espionaje de las fuerzas armadas de quien él es el Jefe Supremo, queda en evidencia que las decisiones se han tomado en Palacio Nacional tienen una sola prioridad: cuidar la imagen del Ejército. Por eso, ni en el caso Ayotzinapa, ni en la política de derechos humanos se han invertido recursos y estrategias serias para dar con la verdad. 

Con la impunidad cantada al espionaje de un funcionario de alto nivel queda reafirmada la impunidad en los casos donde está involucrado el Ejército mexicano. 

La esperanza que en 2018 tenían las víctimas de violaciones de derechos humanos y las organizaciones que se dedican al tema ha quedado sepultada con un subsecretario de Derechos Humanos que ha pasado a formar parte de esas víctimas no escuchadas y silenciadas.






Fuentes: Videos, diarios, revistas e internet

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