Desde que publiqué este post la adorable abuelita Gerber ya está cumpliendo 90 años
Esta es la historia del bebé Gerber que en realidad es una niña, se llama Ann Turner Cook y es una adorable abuelita.
El bosquejo hecho al carbón de una bebé con tonalidades grisáceas y azules le dieron a la niña un toque especial y de misticismo para pasar a ser el icono de la marca.
Conoce su historia.
Uno de los iconos de marca más reconocidos en todo el mundo es el bebé Gerber, el pequeño que aparece en tarros y cajas de cereales.
Pareciera ser que ese infante perfecto fue obra de la mano de un buen dibujante a quien seguramente hace varias décadas se le encargó hacer el trabajo de crear la imagen adecuada para la marca. Pero no es así, ese bebé es real y recientemente su imagen fue sustituida por la de un nuevo menor.
La historia de esta empresa que ha sido exitosa y próspera a lo largo de estos años, es la siguiente.
En 1927, una mujer de Michigan llamada Dorothy Gerber, siguiendo las recomendaciones del pediatra, le hacía diariamente papillas a su pequeña hija de siete meses de edad llamada Sally. Su esposo, Dan Gerber era dueño de una fábrica de productos enlatados, así que le pidió de favor intentar hacer esta labor en su fábrica.
Fue así como inició la larga trayectoria de estos productos alimenticios para los más pequeños, la cual se mantiene vigente.
Tras el éxito del lanzamiento de esta comida especial para bebés, el señor Gerber lanzó una convocatoria para que su invento tuviera su propia identidad, creando un logotipo oficial.
El llamado fue atendido por una mujer llamada Dorothy Hopes Smith, quien le envió a Gerber un bosquejo hecho al carbón de una bebé, aclarándole que podía hacerle la modificación que él creyera conveniente. Dan Gerber se enamoró de aquel retrato desde el primer momento en que lo tuvo en sus manos y determinó utilizarlo como logo sin hacerle ningún cambio, pues creyó que esas tonalidades grisáceas y azules le daban a la niña un toque especial y a la vez, cierto misticismo.
Muchas décadas después, para ser más exactos, en 1996, los directivos de Gerber decidieron renovar la imagen de la marca, aunque lo único que no modificaron fue la foto de ese bebé que ha creado un lazo muy estrecho entre ellos y madres de todo el mundo a lo largo de varias generaciones.
Fue hasta ese año cuando se reveló la identidad de la pequeña que por su belleza, había hecho a Gerber una empresa multimillonaria.
Ese bebé es Ann Turner Cook, nacida en Connecticut, en 1928, y cuyo padre era un caricaturista sindicado muy afamado de la época, Leslie Turner.
La familia Turner Cook era vecina del artista Hope Smith, quien decidió hacer un retrato en carboncillo de la pequeña Ann cuando ésta tenía cinco meses de edad, el mismo que envió a Gerber para que lo utilizara como imagen institucional y que fue registrado como marca en 1931.
Ann llevó una vida normal como cualquier persona. Cursó estudios en la Universidad del Sur de Florida; se graduó como maestra y también se licenció periodismo.
A principios de los años 70, descubrió la pasión que sentía por la literatura, por lo que no dudó en convertirse en escritora y hoy en día, es muy conocida en el mundo de las novelas de misterio.
Hace unos días, esta señora ya octogenaria apareció ante los medios de comunicación para conocer a Mary Jane Montoya, una bebé de origen latino quien fué la encargada de representar a la marca Gerber durante todo el 2013. “Es adorable… es una personita muy agradable”, dijo Turner respecto a Mary Jane.
Esta pequeña no sustituirá la imagen de Ann, pues saben que ese rostro angelical ha sido la principal fuerza de ventas a lo largo de casi 90 años.