23 de abril de 2015

El Palacio Legislativo que terminó siendo Monumento a la Revolución (México)


Posiblemente conoces por fotografías o personalmente visitado alguna vez el Monumento a la Revolución en México, pero lo que probablemente no sabes es que originalmente era el proyecto de un Palacio Legislativo de grandes dimensiones, que albergaría además de las cámaras de senadores y diputados, dependencias de gobierno y oficinas.


Pero a este monumento le han ocurrido todo tipo de desgracias, desde el fallecimiento del arquitecto italiano Paolo Quaglia, que haría la obra pero que murió antes de poder iniciar el proyecto, insurrección armada por la Revolución Mexicana, la muerte del Presidente Francisco I Madero que trataba de reanudar la obra, El asesinato del Presidente Alvaro Obregón que pretendía hacerlo “Panteón de los héroes”, la caída de un rayo que le abolló la cúpula cuando aún no tenía pararrayos y que también hubiera funcionado como faro para la urbe capitalina con un enorme haz de luz.


Por fín en el año de 1933, durante la presidencia de Abelardo Rodríguez, el arquitecto Carlos Obregón Santacilia sugirió al ingeniero Alberto J. Pani aprovechar la única parte aprovechable del malogrado palacio para honrar a la entonces recién concluida Revolución mexicana.


El propio arquitecto Obregón creció cerca del monumento, en la calle de Vallarta, por lo que conocía a pleno el terreno. Caminando en sus inmediaciones notó que el deterioro y la destrucción de la estructura era cada vez mayor.

Su construcción abarcó de 1933 a 1938. Entre los cambios que se realizaron fue remover el águila que remataba la futura linternilla del monumento hacia el Monumento a La Raza. Obregón dio un estilo sobrio apegada al estilo art deco, con un contraste notorio entre las piedras usadas de cantera de color claro y piedra volcánica negra. Otros elementos alineados a este estilo son las 18 lámparas reflectorias que circundan a la Plaza de la República, y las 4 astabanderas de ese mismo estilo, así como los elementos escultóricos de estas lámparas, águilas, y las del mismo monumento.


Mausoleo

El 4 de febrero de 1936 se emitió un decreto que otorgaba al monumento la función de recinto funerario. Para este fin, se adaptaron criptas en las columnas donde permanecerían los restos de los presidentes Venustiano Carranza, Francisco I. Madero, Plutarco Elías Calles, y Lázaro Cárdenas.
Los últimos restos que fueron depositados han sido los de Francisco Villa que fueron trasladados desde el Panteón Civil de Hidalgo del Parral, Chihuahua en 1976 y depositados durante la ceremonia anual conmemorativa del movimiento revolucionario, por el momento ya no se planea hacer otra tumba.


Entrada del Museo Nacional de la Revolución.

En el sótano del monumento se encuentra el Museo Nacional de la Revolución, fue inaugurado el 20 de noviembre de 1986. El museo se enfoca a mostrar la historia de México, tiene como exposición Permanente "Sesenta y tres años en la historia de México 1857-1920" que abarca desde la promulgación de la Constitución de 1857 hasta la Presidencia de Venustiano Carranza, enfocandose en el periodo revolucionario.


Posteriormente reabren el Museo Nacional de la Revolución. Su remodelación incluye tres secciones: Museo del Sitio, la nueva exposición permanente y una sala para exposiciones temporales. En el Museo del Sitio, se puede apreciar las etapas constructivas de lo que sería el Palacio Legislativo y terminó siendo el Monumento a la Revolución. La exposición permanente cuenta con más de 400 piezas que recorren la historia desde el periodo de la Reforma hasta el Cardenismo, contando con insignias, indumentarias, banderas y documentos oficiales que constatan el legado histórico del periodo revolucionario.

Así mismo, está dividida en ocho etapas como son la consolidación del Estado mexicano, el Porfiriato, la Revolución Democrática, la Guerra Civil, la Constitución, entre otras. Además en la nueva museografía se rinde homenaje a La Bola, personajes anónimos que participaron en el movimiento armado, caracterizados en esculturas que dan la bienvenida al museo. Ubicado en el sótano de la Plaza de la República, el horario de acceso es de martes a domingo de 9:00 a 17:00


Plaza de la República.

En la actualidad en el monumento y en el gran espacio abierto que lo rodea, la llamada Plaza de la República, se realizan distintas actividades culturales entre las que destaca uno de los festivales de música electrónica y arte multimedia más importantes del continente americano que en 2003 reunió a casi 200.000 personas.

La Plaza de la República es un espacio público, ubicado entre las calles de Valentín Gómez Farías, José María Lafragua e Ignacio Ramírez así como la avenida de la República, se puede llegar por transporte público en la estación del Metrobús homónima, o por metro en la línea 2 en la estación Revolución caminado un par de cuadras; tras su reinauguración en el 2010, por los festejos del centenario de la revolución mexicana, se ha transformado en un espacio urbano para el esparcimiento, la cultura y sus manifestaciones artísticas, en donde el embellecimiento y las propuestas culinarias de la zona, ofrecen a los visitantes 80 mil metros cuadrados para los peatones, logrando así resaltar su vegetación e iluminación peatonal.


Encumbrado por el Monumento a la Revolución, se ve revitalizado por un elevador que conduce a la cúpula del monumento, para observar una vista panorámica de la urbe metropolitana. Otro atractivo son las recientes fuentes colocadas en la explanada que ofrecen un espectáculo de luces y movimientos, que lanzan sus chorros al ritmo de la música, cuyo atractivo dura aproximadamente 20 minutos, generando en el horario nocturno mayores expectativas y atractivos visuales combinados con la iluminación del Monumento a la Revolución, las fuentes son creación de Ecofenix Fuentes y cuentan con 100 chorros de agua verticales y 100 pulverizadores que no sólo son un gran espectáculo visual por ser una fuente digital musicalizada, también son un espacio de juego para las personas que busquen divertirse en un día caluroso.

Y por las tardes es utilizada como un centro recreativo acuático, ya que sin necesidad de usar traje de baño corren entre los chorros de agua las personas mientras transcurren los 20 minutos que hora tras hora brindan diversión a niños y adultos por igual.


Pero aún hay más Desde el 2010, tras su restauración, el Monumento a la Revolución y la Plaza de la República esconde varios secretos entre sus fierros. Comencemos por lo más nuevecito, que acaba de abrir recientemente

Paseo Estructura 1910

¿Qué esconden los fierros del Monumento?

Aquí lo vas a descubrir. Se trata de un recorrido de aventura en el interior, que por primera vez en la historia está abierto al público. Se crearon tres niveles en una estructura tipo torre Eiffel: Nivel Ludoteca, Nivel Tensores y nivel Auditorio Cuarto de Máquinas.


La intervención respeta el proyecto original, sólo lo hace por primera vez transitable generando dobles pasillos, descansos en auditorios y futuras galerías más un Salón Presidencial. El paseo recorre el sueño inconcluso de un Palacio Legislativo Federal mandado construir por Porfirio Díaz, o sea son los restos de la que sería su obra magna.


El sistema en el cual están ensambladas las vigas se conoce como "Remache". Al rojo vivo, con pericia y valentía, los obreros mexicanos debían martillar cada tornillo escalando hasta más de 58 metros de altura. Podrás entrar en el Alma de Acero del Monumento viviendo una aventura acompañado de un guía que te llevará a explorar el primer nivel de toda la estructura. Al terminar, serás libre para recorrer por las columnas una exposición fotográfica.


Además, si ya estás ahí no te pierdas: Paseo Cimentación: Galería subterránea que te lleva a recorrer los pasillos laberínticos que te cuentan los secretos del lugar. En el subterráneo encuentras periscopios y un juego de espejos donde puedes tomarte una foto con Villa y su ejército.

Elevador panorámico: Te eleva, en 43 segundos, a 52 metros de altura. Tres niveles de mirador: disfrutas de visitas guiadas, telescopios y Adelita Café Paseo Linternilla: Llega a la cima del MRM a 65m de altura con la mejor vista panorámica de la Ciudad de México.

Recorrido al interior de las dos cúpulas de cobre del Monumento. Amaneceres Monumentales:

Grupos de 20 personas viven, en exclusiva, un recorrido especial por el Monumento hasta alcanzar la Linternilla y disfrutar de un amanecer a 65m de altura para concluir con un desayuno en Adelita Café.

La experiencia es de 6 a 9 AM. Date una vuelta y, si te va algo más "extremo", pasa por las fuentes flotantes sin mojarte.

De que te diviertes, te diviertes.

Actualmente una parte de la explanada está ocupada por un plantón de la CNTE que da una pésima visión a los turistas nacionales y extranjeros que nos visitan.