2 de octubre de 2017

Stephen Paddock el tirador de Las Vegas se suicidó


Stephen Paddock disparó desde el piso 32 del Mandalay Bay Resort & Casino en contra de miles de personas que disfrutaban un festival de música country; mató a más de 58 y lesionó a 500 más.
Supuesto millonario e hijo de un ladrón de bancos: el enigma de Stephen Paddock.- Habla su novia Marilou Danley



La muerte tomó a las 22.08 de este domingo en Nevada el nombre de Stephen Paddock. Lo hizo alojada en una habitación de 125 dólares, cama kingsize y un enorme espejo de baño. En ese punto algo hortera del universo, Paddock dejó de ser el contable jubilado que vivía sus días con el frenesí propio de Las Vegas y se erigió en el autor de la mayor matanza con arfma de fuego de la historia de Estados Unidos 58 muertos, 515 heridos y una nación conmocionada “Un acto de maldad pura, como dijo el presidente Donald Trump. .

. ¿Qué le ocurrió? De momento, nadie lo sabe con precisión. La reivindicación del ISIS ha sido rechazada por el FBI. Y los antecedentes conocidos hasta ahora tampoco confirman ninguna pulsión asesina. Hijo de un peligroso y huidizo ladrón de bancos que llegó a figurar en los años sesenta en la lista de los 10 más buscados del FBI, ni en las fichas policiales de Las Vegas ni del pueblo donde vivía, Mesquite (18.000 habitantes), se ha descubierto nada más sospechoso que alguna infracción de tráfico. Por el contrario, sus hábitos revelan pautas muy comunes entre quienes buscan pasar sus últimos años en Nevada.

Antiguo empleado del gigante armamentístico Lockheed Martin, a sus 64 años acudía con frecuencia a los casinos a jugar al póquer, disfrutaba de los conciertos de música country y entre sus pasiones figuraba volar y cazar. Tenía a su nombre dos aviones, una licencia de piloto y otra de caza mayor en Alaska. Nada que presagiase el terremoto. “Esto es como la caída de un asteroide. No me lo puedo creer. Hablaba ocasionalmente con conmigo y a mamá le regaló un andador hace poco”, señaló a los medios estadounidenses su hermano, quien también apuntó que Stephen Paddock era un “inversor inmobiliario multimillonario” y que en su infancia, prófugo el padre, “vivieron en la huida”

Fueron esbozos de una biografía que en los próximos días emergerá en su totalidad, pero que ayer se mantenía en el misterio. Las autoridades respondieron con cautela y el sheriff del condado, Joe Lombardo, se limitó a equipararle a un “lobo solitario”. Un ente desconectado del mundo criminal y terrorista que actuaba siguiendo sus propios impulsos. Pero esta hipótesis, aunque tranquilizadora en un país obsesionado con una posible matanza terrorista, no da explicación de su estallido. De ese ataque premeditado que buscó un blanco tan fácil como un concierto de música country.

La reconstrucción policial muestra que Paddock llegó el jueves al gigantesco Hotel Mandalay Bay. En su habitación, estratégicamente situada en el piso 32, acumuló 19 rifles. Dos con mira telescópica. Listos para matar.

Con calma, esperó hasta el domingo por la noche. Llegado el momento, quebró los cristales de dos ventanas, situó los trípodes y apretó el gatillo. Eran las 22.08. Su objetivo estaba a sus pies. Masivo e indefenso. Unas 22.000 personas concentradas en un concierto del cantante de country Jason Aldean, dentro del Route 91 Harvest Festival, que se celebraba junto al hotel. Durante 30 segundos, los disparos se confundieron con la música. Luego solo quedó el traqueteo convulso, sordo, casi infinito de las armas de Paddock sembrando la muerte.

“Era una pesadilla de guerra, no entendíamos quién disparaba ni desde dónde, pero sabíamos que nos querían matar”, contaba ayer un superviviente a la televisión. El horror duró unos siete minutos. Puede que incluso diez.

Aunque la intervención policial fue fulminante, fracasó en su intento de atrapar a Paddock con vida. En contra de las primeras versiones, el asesino no cayó en su habitación a manos de los SWAT, cuerpos policiales de intervención rápida, sino que se suicidó con sus propias armas.

De este final se sabe poco. Igual que de su vida. La implicación de su compañera, que en un principio fue considerada sospechosa, se ha diluido conforme pasan las horas; la policía la localizó y estaba fuera del país en el momento de la masacre. Y de los registros de su domicilio en Mesquite, a 130 kilómetros de Las Vegas, solo ha trascendido el hallazgo de más armas. El móvil, de momento, sigue siendo un misterio. Pero la policía no teme ningún nuevo ataque. De algo está segura. Paddock era el principio y el fin del terror


HABLA LA NOVIA MARILOU DANLEY

La novia del responsable de la masacre de Las Vegas, que dejó 58 muertos, dijo este miércoles que desconocía los planes de su pareja de disparar contra una multitud.
"Conocí un Stephen Paddock bondadoso, cariñoso y tranquilo", dijo Marilou Danley en un comunicado leído por su abogado, Matthew Lombard. "Lo amé y aposté por un futuro tranquilo juntos".

"Nunca me dijo nada o hizo alguna acción que me alertara que algo horrible como esto pudiera pasar", siguió el texto.

Danley, de 62 años, explicó que hace dos semanas, Paddock le dijo que había encontrado un boleto de avión económico para que fuera a visitar a su familia en Filipinas.

"Como todos los filipinos en el extranjero, estaba emocionada de ir a casa a ver a familiares y amigos" y "mientras estaba allá me envió dinero, que dijo era para que comprara una casa para mi y mi familia", indicó en referencia a la transferencia de 100 mil dólares que le envió.
En un momento pensó que Paddock quería terminar la relación.

"Nunca se me ocurrió de ninguna manera que estuviera planeando algo violento contra nadie", dijo.
La mujer, que tiene nacionalidad australiana y vive en Estados Unidos desde hace 22 años, aseguró que quedó devastada al conocer la noticia de la matanza, la peor en la historia reciente del país, y envió sus condolencias a los familiares de las víctimas.

"Soy una madre y una abuela y mi corazón sufre por todos aquellos que perdieron un ser querido", expresó la mujer, que aseguró que volvió voluntariamente a Estados Unidos y colaborará con el FBI en la investigación.


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