4 de septiembre de 2019
Fiscalía de Veracruz “NADA POR ENCIMA DE LA LEY”
La diputación permanente del Congreso de Veracruz determinó ayer separar provisionalmente de sus funciones al Fiscal General del Estado, Jorge Winckler Ortiz, por carecer de los exámenes de control de confianza exigidos en la ley para ocupar ese cargo. En respuesta, el ahora exfiscal indicó que dicha decisión constituye un delito federal y advirtió que interpondrá todos los recursos que permita la ley para impedir una ilegalidad.
De manera sorpresiva y a propuesta de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), presidida por Morena, se presentó un punto de acuerdo para que fuera separado del cargo.
Los diputados locales avalaron dejar como encargada de despacho a la directora jurídica de la Secretaría de Gobierno, Verónica Hernández Giadáns, cercana al titular de esa dependencia, Eric Cisneros Burgos.
En la sesión de ayer, la Jucopo, que preside el diputado Juan Javier Gómez Cazarín, retiró de la orden del día todos los puntos que estaban agendados para analizar y aprobar como único punto la salida de Winckler
Diputados del Partido Acción Nacional (PAN) calificaron como ilegal y violenta la decisión de Morena de destituir al fiscal estatal.
“Morena violó el Estado de derecho en Veracruz, autorizando de manera anticonstitucional un punto de acuerdo que busca remover de su titularidad al fiscal General del Estado, Jorge Winckler Ortiz”, acusaron.
En un comunicado, los panistas aseguraron que la medida marca un referente nacional de la intención y puesta en marcha de Morena para desaparecer órganos del Estado, usando su representación mayoritaria en los Congresos federal y locales.
“Un delito federal”: Winckler.
Por su parte, Jorge Winckler emitió un comunicado en el que indicó que “dicha decisión es a todas luces ilegal, violatoria de la Constitución estatal y de la Ley Orgánica de la Fiscalía (...) Además de una arbitrariedad, constituye un delito federal.
“Mi intención y la de muchísimos veracruzanos es defender una institución que debe ser autónoma e independiente del Poder Ejecutivo del estado. Con esta ilegalidad no se ataca y perjudica a Jorge Winckler Ortiz, sino a la autonomía de las instituciones y a la independencia de los poderes.
“Interpondré todos los recursos que la ley me permite para impedir una ilegalidad que atenta contra nuestra Constitución y la vida democrática, no sólo de Veracruz, sino de todo México”, advirtió.
Enfatizó: “Hago responsable de mi integridad y la de mi familia al gobernador del estado, Cuitláhuac García Jiménez, y al Presidente de la República”.
Sitian fiscalía.
En tanto, bajo la protección de elementos de la SSP y de la Guardia Nacional, Verónica Hernández Giadans tomó posesión de las instalaciones de la fiscalía.
Este año, la mayoría morenista en el Congreso intentó realizarle un juicio político, pero fracasó por falta de operación política y división al interior de la bancada.
LA VENGANZA NO ES MI FUERTE
Gober Faccioso
Con su aberrante “punto de acuerdo” para separar del cargo al fiscal general del estado, los diputados de Morena en el Congreso de Veracruz exhiben la dificultad que tiene Andrés Manuel López Obrador para que los arribistas colados en su Movimiento de Regeneración Nacional entiendan que deben respetar las leyes.
De paso, esos nuevos ricos de poder usan como pañuelo desechable a una mujer que, para ocupar y saborear el cargo que por lo visto ansiaba, utilizó a mil 200 policías que debieran prevenir los delitos que asfixian a la población, una incondicional del gobernador Cuitláhuac García que se comporta como un remedo de Juana Gallo, pero mucho más prepotente. Se llama Verónica Hernández, quien toma tan en serio su ilegal designación que a un explicablemente desconcertado empleado de la Fiscalía, espetó: “¡La encargada en este momento soy yo. Todos están a mi disposición y a mis órdenes…!”. El hombre balbuceaba que tenía que hablar con alguno de los visitadores para recibir instrucciones, pero la señora lo conminó a reconsiderar “para que usted no cometa un delito. ¡Soy la fiscal y le pido me deje pasar!”. Uno de sus achichincles apuntaló: “¡Aquí hay un mando y es la fiscal y se cuadran con ella!”.
Nadie se cuadró, pero desde luego ella pasó. Abogada, Hernández tiene experiencia en asuntos administrativos, notariales y civiles, pero no como litigante. Antes de brincar a la Fiscalía era la directora jurídica de la Secretaría de Gobierno de Cuitláhuac García… el enemigo jurado del fiscal constitucional, Jorge Winckler.
La trapacería de la diputación morenista fue precedida por los engaños del gobernador, a quien Carlos Loret de Mola puso a hablar telefónicamente con el fiscal. “¿Hay modo de que se arreglen?”, les preguntó. Se comprometieron y lo hicieron el 2 de septiembre, en una reunión de seguridad. Winckler se la creyó, afirmó que el encuentro fue cordial y que habría “más encuentros en el futuro, y lo atenderé como él (su calumniador) se sienta más cómodo…”.
Pero las consuetudinarias descalificaciones de Cuitláhuac fueron catapultadas con la mentira de que Winckler dejó en libertad a quien, imaginaba, era el autor de la más reciente matazón en Coatzacoalcos, pero lo cierto es que el sujeto apodado La Loca estuvo en manos, no de la veracruzana sino de la Fiscalía General de la República. En el embuste cayó el presidente López Obrador (quien después rectificó), dejando expuesto al titular federal, Alejandro Gertz Manero, a la sospecha pública.
La “destitución temporal” dizque por no cumplir con la revalidación de su certificado de confianza contraviene una resolución del Poder Judicial Federal, haciendo del conocimiento de sus verdugos que el único procedimiento legal por el que podría ser removido es mediante un juicio político. ¿Alguien creerá que la Juana Gallo que se prestó al atentado ejercerá su desaseado encargo de manera autónoma…?
cmarin@milenio.com
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