3 de noviembre de 2021

El circo de Lozoya terminó con enojo presidencial


Se le vio llegar como artista cinematográfico, cámaras, reporteros y fotógrafos lo esperaban a su llegada al reclusorio norte, del que ya no saldría porque le fue dictada prisión preventiva justificada. Ya no podrá salir a cenar al Hunan y chamaquear al fiscal y al presidente con el caso Odebrecht Luego de cinco prórrogas, Emilio Lozoya terminó donde tenía que estar desde el principio: preso.


El Fiscal, Alejandro Gertz Manero, no soportó el ridículo que su “testigo estrella”, Emilio Lozoya, le hizo pasar mientras cenaba pato en un restaurante de lujo.

¿No se suponía que el hombre estaba preocupado por entregar las pruebas que llevarían a más de 70 exfuncionarios a la cárcel?, ¿no era Lozoya la clave para que peces gordos del tamaño de Luis Videgaray, Enrique Peña Nieto o Felipe Calderón terminaran pagando sus corruptelas?

No, nunca fue así.

Lozoya y su defensa lograron un acuerdo con la FGR bajo la batuta del jurista, exjuez, Baltasar Garzón en España, quien lo representó en el proceso de extradición ante la Audiencia Nacional.

Al final, los billetes lograron ser tan suficientes como para pagar a quien tuviera la capacidad de “chamaquear” al Fiscal Gertz Manero, quién vio en Lozoya su boleto a la transcendencia, un quedabién de oro frente a quién es, en términos reales, su jefe el presidente López Obrador.



Pero resultó que todo fue una llamarada de petate, que no había pruebas y no las hubo durante 15 meses y que Lozoya se sintió más poderoso que quienes lo protegían.

Ahora toca pagar… Y la afrenta es cara, Lozoya no solo se burló de Gertz, sino que escupió la confianza que le brindó López Obrador.



Él se queda sin cenas de lujo, pero en Palacio Nacional tampoco están de plácemes, la burla del “Señor Lozoya” es una derrota amarga para el Presidente.

Cuando hace unas semanas, una fuente dijo que la FGR se disponía a quitarle la condición de “testigo protegido” a Emilio Lozoya para meterlo a la cárcel, no lo creí. pues eso sería una derrota brutal del presidente López Obrador: su combate a la corrupción sólo tiene ese caso y su contra-reforma energética está basada en los dichos de Lozoya.

Sucedió ayer. La peor derrota del discurso presidencial en lo que va del sexenio: La FGR pidió al juez que retirara a Lozoya el privilegio del “criterio de oportunidad” (testigo protegido) que le permitía no estar en la cárcel, y que lo enviara a prisión ante el peligro de fuga. La FGR fue secundada por la UIF y por Pemex

Es el gobierno dando marcha atrás, es el gobierno aceptando que no hay pruebas de lo que dijo Lozoya. Y lo que dijo ha sido columna vertebral del discurso del presidente López Obrador. Se le acabó el show. Se esfumó su cortina de humo favorita:


Les dicen “panquecitos”, porque están recién horneados, pachoncitos, nuevos.

Son los recién arribados al Reclusorio Norte, internados en la zona de ingreso y que permanecerán hasta dos meses en una celda, por lo regular compartida, de 10 metros cuadrados.

La zona de ingreso del RENO es un edificio de dos plantas con unas 60 celdas que constan de literas de cemento para cuatro personas, un escusado y una regadera con lavabo y ese será el nuevo hogar de Emilio Lozoya, algo muy diferente al lujo del que estaba acostumbrado.


Pero…… Ya preparan el siguiente acto circense de la cuarta transformación 

 La revocación de mandato.


Fuetes; diarios revistas e internet

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