Laura Elena Carrillo. Directora ejecutiva de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo.
Por lo pronto, para 2022 se pretende instaurar Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro en Cuba y Haití, y se piensa ya en República Dominicana.
En entrevista, Carrillo Cubillas dice que con Haití ya se tiene la carta de intención, mientras que Cuba, el pasado 22 de diciembre, firmó el documento mediante el que se busca llegar con los programas a la mayor de las Antillas.
El éxito de estos programas, asegura Carrillo, es que el dinero se da directamente a los beneficiarios y no con intermediarios gubernamentales de cada país.
Por ahora, el dinero que se entrega a Honduras y El Salvador se administra desde el Banco del Bienestar, no está en las arcas de cada uno de esos países.
¿Cómo han sido los tres años de trabajo en la cooperación para el desarrollo?
—Desde el primer día que llegué se me dio la instrucción de que esto iba a ser una agencia con perfil humano y social, y que la prioridad debe ser que México tenga ese liderazgo que pudo haber ido perdiendo en la historia.
Nos recortaron muchísimo el presupuesto de toda la estructura. Ya no puedes hacer todo lo que hacías como agencia, tienes estas prioridades, ¿qué vas a hacer con lo que te quedó?
Casi desde el principio fue una idea muy clara del presidente [Andrés Manuel] López Obrador: que pudiéramos compartir las experiencias exitosas en México, que las compartiéramos con América Latina y el Caribe.
México y los países más próximos, Honduras, El Salvador y Guatemala, deberían tener una estrategia común, pero cada uno desde su realidad.
Sabemos hacer programas sociales en México, a nivel mundial somos un ejemplo, venían de afuera para ver cómo le hacía para implementarlos y tener éxito.
¿Por qué es cuestionado que regales el dinero a la gente?, dicen que es asistencialista, pero no es regalar dinero, la visión no es regalar, es impulsar el desarrollo. Tenemos la visión en la que, si dices que tienes algo de dinero, pues a circular, no lo guardes.
Por lo pronto, para 2022 se pretende instaurar Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro en Cuba y Haití, y se piensa ya en República Dominicana.
En entrevista, Carrillo Cubillas dice que con Haití ya se tiene la carta de intención, mientras que Cuba, el pasado 22 de diciembre, firmó el documento mediante el que se busca llegar con los programas a la mayor de las Antillas.
El éxito de estos programas, asegura Carrillo, es que el dinero se da directamente a los beneficiarios y no con intermediarios gubernamentales de cada país.
Por ahora, el dinero que se entrega a Honduras y El Salvador se administra desde el Banco del Bienestar, no está en las arcas de cada uno de esos países.
¿Cómo han sido los tres años de trabajo en la cooperación para el desarrollo?
—Desde el primer día que llegué se me dio la instrucción de que esto iba a ser una agencia con perfil humano y social, y que la prioridad debe ser que México tenga ese liderazgo que pudo haber ido perdiendo en la historia.
Nos recortaron muchísimo el presupuesto de toda la estructura. Ya no puedes hacer todo lo que hacías como agencia, tienes estas prioridades, ¿qué vas a hacer con lo que te quedó?
Casi desde el principio fue una idea muy clara del presidente [Andrés Manuel] López Obrador: que pudiéramos compartir las experiencias exitosas en México, que las compartiéramos con América Latina y el Caribe.
México y los países más próximos, Honduras, El Salvador y Guatemala, deberían tener una estrategia común, pero cada uno desde su realidad.
Sabemos hacer programas sociales en México, a nivel mundial somos un ejemplo, venían de afuera para ver cómo le hacía para implementarlos y tener éxito.
¿Por qué es cuestionado que regales el dinero a la gente?, dicen que es asistencialista, pero no es regalar dinero, la visión no es regalar, es impulsar el desarrollo. Tenemos la visión en la que, si dices que tienes algo de dinero, pues a circular, no lo guardes.
¿Inversión a qué plazo?
—Por lo menos el sexenio que va a estar trabajando. Nos dijeron: tienes el Fondo México, que se creó con excedentes en ventas de petróleo. Es bonito cuando nos ayudan, pero nosotros también debemos ayudar y estar preparados para eso.
De ahí salió el Fondo México. El Presidente dijo: ‘Vamos usando el Fondo México completamente para estos programas’. Es decir, ya no hay que guardar, es dinero, hay que distribuirlo y hacerlo florecer, porque se multiplica. ¡!?...
Esa es la gran fuerza de los programas sociales como los hacemos en México. Como llega directamente el beneficiario, entonces no gastas en intermediarios y tienes rendición de cuentas.
En Centroamérica no le pasamos el dinero al gobierno, llega directo. Desde el momento en el que estás inscrito y aprobado, empiezas a recibir dinero y a gastar.
¿A los tres países se les dio el dinero?
—No se les dio, está en el Banco del Bienestar. El dinero llega a la Hacienda nacional y de ahí se distribuye, pero nosotros lo que conseguimos fue que en lugar de que llegara a Hacienda, llegara directamente a cada beneficiaria y beneficiario, es un cambio de paradigma total en la cooperación internacional.
¿Buscan a la gente?
—Vamos por ellos. Lo que se hacía, o lo que hacen algunas ONG es que contratan o subcontratan servicios. Cuando nos pusimos a ver cuánto nos iba a costar, por ejemplo, subcontratar un servicio que me va a ayudar a hacer brigadas para ir a los pueblos, nos iba a costar como 15% del dinero, y entonces el canciller [Marcelo Ebrard Casaubon] y el Presidente dijeron que no.
A la gente de la Amexcid lo que le dijimos es que, en lugar de contestar teléfonos, se iría a Honduras a hacer registros.
Ya es parte de las actividades de la agencia. Primero fue dialogar con los gobiernos, porque no estaba en el esquema mental que el dinero no iba a llegar a la Hacienda, sino a los beneficiarios, porque eso tiene implicaciones legales en cada país. Cómo sé que no me estás invadiendo
. ¿Y la soberanía nacional?
—Yo tuve que ir a la Cámara Legislativa en El Salvador. Cuando fui había siete partidos diferentes con posiciones distintas, unos estaban a favor, otros no muy contentos de que México llegara directamente a depositar dinero. Porque la ayuda que venga, la cooperación, bienvenida, lo único difícil de entender era depositar el dinero.
Después del diálogo, por unanimidad se aprobó, se firmaron los documentos necesarios y luego hicimos los registros.
¿Buscan que cada gobierno de los países involucrados adopten los programas?
—No hemos llegado a eso, pero con el dinero que tenemos para cada país, 31 millones de dólares, con el número de beneficiarios que hay, unos 20 mil por país, nos alcanza para ocho meses.
Algunos ya van terminando los ocho meses, otros empezando, pues por la pandemia los registros se detuvieron.
¿Ampliar implica más recursos económicos?
—Es lo que hay que ver.
¿Dónde se ve el avance?
—Partiendo de las evaluaciones trimestrales, entrevistamos a los beneficiarios. Las personas mientras están en el programa no están pensando en migrar, esa es una gran diferencia. Más de la mitad de la gente que era beneficiaria estaba por irse y ahora menos de una está decidida a decir que si esto se acaba, no encuentro nada.
—Ahorita con Sembrando Vida, mientras tengamos beneficiarios inscritos, estamos permanente. ¿Qué va a pasar después si sale como queremos? Se va a alimentar y se va a enriquecer. Como sea, la cooperación no nada más es Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro.
¿Hacia dónde van a llevar los programas?
—Ya se tiene un convenio con Haití y estamos en pláticas con Cuba, fue desde el principio, cuando vieron el PDI, se acercaron y dijeron: ‘Le entro’. Lo mismo que República Dominicana.
Revivió el fondo en estos meses porque es un mecanismo muy eficaz para la cooperación.
¿Son los mismos términos?
—Hay que adecuar, como la base es la misma y está en el nombre de nuestra agencia, procurar el desarrollo. Sabiendo que la meta está cumplida, hay que encontrar los mecanismos y tienes que respetar la ley y soberanía de los demás países.
¿Cuándo pretenden llegar a Cuba, Haití y Dominicana?
—El próximo año.
¿Igual se destinarán 30 millones de dólares para Cuba, Haití y Dominicana?
—Menos. No creo que vamos a poder recuperarnos; vamos a ver de dónde; además, las poblaciones son más pequeñas.
A COSTA DE QUE SE REGALA EL DINERO DEL PAÍS
El presidente López Obrador tiene razón cuando señala las desigualdades en los ingresos y lo indignante que es que pocas personas tengan mucho dinero mientras muchas personas tienen muy poco. Su gobierno tiene como una de las premisas principales querer acabar con esas desigualdades. Hasta ahí todo bien.
El problema viene cuando su receta para ello es que su gobierno se va a dedicar a atender al 70 por ciento de la población regalándole dinero sin intermediarios a los que menos tienen, y dejar que el otro 30 por ciento le haga como pueda.
Esto sin incluir a Cuba, Haití y Centroamérica según lo arriba declarado por la funcionaria del gobierno
Si quiebran las empresas es responsabilidad del empresario. “Se tiene que poner por delante el interés general, el interés de la mayoría de los ciudadanos y, de manera humanitaria, atender con preferencia a los pobres”, declaró el presidente.
Esta receta será un desastre para el país. Al tiempo
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