27 de diciembre de 2022

La ministra Esquivel, Riobóo y el Presidente


La ministra Esquivel, Rioboo y el Presidente Como a las iniciativas presidenciales, Yasmín Esquivel no le cambió a la tesis que le robó a Édgar Báez Gutiérrez prácticamente ni una sola coma. No le corrigió las faltas de ortografía, ni rehízo el índice, ni actualizó las conclusiones; solo omitió el trabajo de campo.   ÚLTIMA HORA UNAM CONFIRMA PLAGIO ENTRE TESIS DE YASMÍN ESQUIVEL Y EX ALUMNO

Del análisis comparado de contenidos, cronología y estilos de escritura, el referido Comité concluyó que la entonces alumna de la FES Aragón, Yasmín Esquivel Mossa, copió parte sustancial del contenido de la tesis presentada un año atrás por el alumno de la Facultad de Derecho, Édgar Ulises Báez.




Que siempre sí… pero no; los pupilos de Ernestina se vuelven a enredar 

Nos cuentan que en la fiscalía capitalina de Ernestina Godoy no cesan de hacerse bolas con la investigación que realizaron en seis días sobre el presunto plagio de tesis de la ministra Yasmín Esquivel. 

Luego de negar la existencia del documento de 17 páginas que le dimos a conocer en este diario, ayer el vocero Ulises Lara salió a decir que siempre sí existe, sí corresponde a la carpeta de investigación de la fiscalía y sí concluyó que, por el tiempo transcurrido desde el presunto delito, 36 años, no se ejercería acción penal. 

Pero, según don Ulises, no exoneraron a nadie. Nos hacen ver que se le olvidaron los párrafos del documento firmado por el fiscal de investigación estratégica central, Carlos Guillermo Cruz Guzmán, y avalado por la agente del Ministerio Público, Araceli Gómez de los Santos, en los que se afirma, por ejemplo, que “es evidente que la denunciante no copió ni en partes ni en su totalidad la tesis”. 

Tampoco se acuerdan de que la misma jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, un día antes de los enredados desmentidos, dio por buena la exoneración. Ya mejor que le paren…




Norma Piña
Ganó con 6 votos










La asesora de ambos postulantes, Martha Rodríguez Ortiz, no se percató del plagio presentado por Esquivel apenas un año después, en 1987, ni de las otras cuatro o cinco veces cuando esa y otras tesis fueron recicladas entre 1986 y 2010. 

Enterarse de la longeva corrupción en al menos esa facultad de la UNAM es descorazonador. Pero no tanto como presenciar la desvergüenza desquijarante de la ministra y del Presidente; tras el descobije López Obrador ha visto comprometida su intención de acogotar a la Suprema Corte colocándole otro florero al timón el próximo 2 de enero, cuando se decida su jefatura. Porque la Suprema es uno de los últimos recursos que le quedan al país ante la asonada autoritaria del tabasqueño, quien acumula violaciones constitucionales como honguitos en primavera: habiéndole tronado las piernas al INE, y sospechando la andanada de controversias que vendrán de cara a 2024, a López le resulta necesario que alguien doblado por la generosidad de la T4 le despeje en la Corte el camino a su nuevo maximato. 



Una vez más, el mandatario que llegó prometiendo combatir toda corrupción volvió a solaparla cabalmente, como hace cada que ésta le sirve, minimizando el hecho diciendo que “Como diría Jesús, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra”. Pero las palmas de la demencia se las lleva la respuesta de Esquivel, que es como para inscribirla con letras de oro en los anales del cinismo mundial: negando lo que ven claramente nuestros ojos, la ministra hoy alega que la plagiada fue ella, que su tesis es ciento por ciento original, afirmando haberla comenzado desde el 85. Lo que no ha explicado es por qué guardó el trabajo bajo llave desde que “se lo robaron” hasta que lo presentó, un año después, sin hacerle la menor alteración. 



Es lamentable que ni un solo ministro de la Suprema se haya dignado pronunciarse, y que pasara harto tiempo antes de que la UNAM apenas atinara a decir que ha encontrado entre ambos textos “un alto nivel de coincidencias”. El hecho es que, al día de hoy, tenemos como pleno miembro de la Suprema Corte a una plagiaria, corrupta y sinvergüenza, apoyada cabalmente por el Presidente, y que por ende no tiene la menor intención de renunciar, aunque la pescaron con las manos en la Xerox. 

Apenas el pasado 24 de diciembre, Esquivel escribió lo siguiente en un diario de circulación nacional: “Aspiro a la presidencia del máximo tribunal de la nación con una profunda vocación, con una propuesta avalada en mi trayectoria… desde la visión de una mujer profesional y con el deseo de aportar una experiencia de más de 35 años de servirle a México, con la ferviente convicción de alcanzar justicia para todas las personas”. 

Por Cantinflas, ¿cómo llegamos a este país de esperpentos en que se ha convertido México? 

La ministra y el Presidente 
@robertayque 



Fuentes: Diarios, revistas e internet

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