La serie de HBO, Game of Thrones, se ha caracterizado por sus increíbles locaciones. En esta séptima temporada mostró por primera vez la fortaleza de “Rocadragón”, un escenario que cada vez toma más relevancia en la historia y que puede ser visitado, al menos su antigua escalera de 241 peldaños que parece interminable.
Este lugar se encuentra en España, en la isla San Juan de Gaztelugatxe, País Vasco, cerca de la localidad de Bermeo.
El imponente castillo es licencia de la producción, lo real es una antigua ermita medieval que tiene más de una historia digna de conocer. Sin ir más lejos, la pequeña iglesia fue levantada en el siglo X y hay quienes la consideran de origen templario.
Está sobre un islote unido al continente por un puente de dos arcos y está dedicada a “San Juan Degollado”, cuya romería se celebra todos los 29 de agosto de cada año.
Su espectacular escalinata, que en su origen tenía 450 escalones, es el único sendero que une el islote con la planicie.
El acceso es espectacular. Los visitantes deben recorrer un estrecho camino que parte de tierra firme y pasa sobre las rocas, gracias al puente de dos arcos, para llegar a la zona alta tras subir los 241 escalones. Quienes cumplan la meta, dice la tradición, deben tocar la campana de la ermita como símbolo del esfuerzo realizado.
Desde esta privilegiada ubicación, el fortín alertaba a los marineros, mediante campanadas, que una tormenta se avecinaba.
La mitología vasca habla que esta zona era el punto de encuentro de brujas para realizar sus aquelarres. La tradición también sitúa debajo de la ermita los inhumanos calabozos donde la Inquisición castigaba a quienes culpaba de hechicería.
Los habitantes de la zona celebran cada 24 de junio el Día de la Romería, tradición en la que la gente de Villa de Bermeo camina los 10 kilómetros que la unen con San Juan de Gaztelugatxe y que termina precisamente en la histórica ermita.
La ficticia y la original