No deberíamos asombrarnos de nada en este México Lindo y Querido porque es increíble que Napoleón Gómez Urrutia, ex líder minero, exiliado en Canadá desde 2006, acusado por un presunto fraude de 55 millones de dólares, y que radica en ese país, venga a registrarse como senador de la república, probablemente escondido en la cajuela de algún vehículo como ya ocurrió alguna vez.
